Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro.
Valores, actitudes y conductas están estrechamente relacionados. Cuando hablamos de actitud nos referimos a la disposición de actuar en cualquier momento, de acuerdo con nuestras creencias, sentimientos y valores.
Los valores son más visibles en nuestro comportamiento (lo que hacemos) y vivimos de acuerdo con los valores en los que creemos. Es decir, decidimos actuar de una manera y no de otra con base en lo que es importante para nosotros como valor. Decidimos creer en eso y estimarlo de manera especial.
Los valores son más centrales y estables que las actitudes. La actitud es la disposición voluntaria de una persona frente a la existencia en general o a un aspecto particular de esta. Las actitudes reflejan los valores más relevantes que una persona tiene sobre el mundo y sobre sí misma.
Como conclusión nuestro comportamiento tiene una razón fundamental pues va dirigido por nuestras creencias, por lo tanto, si podemos identificar nuestras creencias hacia el medio ambiente, sabremos qué podemos cambiar, claro, con una actitud positiva (una disposición voluntaria), para así crear conciencia en nosotros mismos y en los demás logrando que ese comportamiento pueda ser favorable hacia el cuidado del medio ambiente.
Autor: Lizbeth Mejía Cabrera
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